

MISIÓN: Como nuestro Fundador, nos sentimos impactados por Jesús y queremos seguirle a la manera de María y de los Apóstoles. Nos sentimos, también, llamados a ser promotores de liderazgos, a la unificación de las fuerzas vivas, a ser promotores de nuevos y mejores procesos de hacer comprensibles las verdades eternas y del desarrollo de la diversidad ministerial en la Iglesia para la creación de estructuras que generen una nueva realidad. Por tanto, nos sentimos urgidos a ser defensores incondicionales de la vida y ser voz profética para la renovación de la Iglesia y del mundo. También nos urge el compromiso ecológico y la conversión ecológica pedida por el Papa Francisco en Laudato Si.
PARROQUIA SANTA CRUZ DE MANGA, CARTAGENA DE INDIAS
Manga, 2a. Avenida, No. 21-70, Barrio Manga, Cartagena de Indias-Bolívar. Teléfonos: 6056604293 – 6056605401
Atención en el despacho parroquial: De lunes a viernes de 8.00 a.m. a 12.00 m., y de 1.00 p.m. a 5.00 p.m. El sábado se presta servicio de 8.00 a.m. a 12.00 m.












15 DE MARZO DE 2024:
CELEBRACIÓN DE LOS 100 AÑOS DE LA PARROQUIA SANTA CRUZ DE MANGA…
100 AÑOS DE PRESENCIA SALVATORIANA EN CARTAGENA DE INDIAS

HISTORIA DE LA PARROQUIA SANTA CRUZ DE MANGA
Después de incansables desvelos y luchas por dar a conocer el amor del Único y Verdadero Dios entre nosotros, podemos apreciar con gran mérito, cómo los religiosos salvatorianos han trabajado y que sus esfuerzos no han sido en vano. Si miramos un poco la historia de ellos y de nuestra Parroquia, lo podemos notar.

Desde los primeros años del siglo XX al surgir en la isla de Manga nuevas parcelaciones, regias mansiones de estilo arabesco y la pavimentación de sus principales vías, surgía en la Calle Real una pequeña capilla de madera, llamada la Ermita de la Santa Cruz de Manga, que sirvió por muchos años para el culto divino a los habitantes, acompañada por los Padres Salvatorianos Alemanes, que venían desde la Iglesia de la Santísima Trinidad, barrio Getsemaní.
El P. Salvatoriano Patricio Mayr SDS, Párroco de la Santísima Trinidad, mostró una gran predilección por la isla de Manga. Y muy pronto, empezó a levantar una nueva iglesia de material en el lugar donde está hoy el templo parroquial, en un lugar obsequiado por don Carlos Vélez Daníes. Fue una amplia edificación de una sola nave.

El P. Patricio se estableció en la Isla de Manga el 5 de marzo de 1924; tomó por residencia en una pieza desmantelada encima de la que hoy es la sacristía. El 15 del mismo mes recibió el nombramiento de primer párroco de nuestra Iglesia. En el mes de abril del mismo año comenzó la construcción de la nueva casa cural, la cual fue inaugurada el día 5 de octubre del mismo año y bendecida solemnemente por el Excelentísimo Señor Arzobispo Monseñor Pedro Adán Brioschi.
Terminada la construcción de la casa, el Padre se preocupó de la parte espiritual de sus feligreses. Estableció la Congregación de las Hijas de María, encargó nuevos altares de mármol, el del Sagrado Corazón de Jesús y el de San José. Pronto floreció la devoción al Sagrado Corazón, mediante el ejercicio de los Primeros Viernes y el Apostolado de la Oración, tuvo lugar la consagración de las familias.
En los años 1926 y 1927 construyó la famosa torre, su orgullo y alegría. En todas partes hablaba de la torre, y cuando llegó el reloj, su alegría no conoció límites, y casi no pudo esperar el momento de ver el reloj en su sitio, arriba en el campanario y oír su primera campanada. En los años de 1928 y 1930 ensanchó la Iglesia, levantó las dos naves laterales. Más tarde encargó para dichas naves dos altares de mármol, el de la Inmaculada y el de Santa Teresita.
El P. Patricio se preocupó también por la juventud femenina, y consiguió para su colegio Las Madres Mercedarias de México, que llegaron en enero de 1929. En marzo de 1932 agotado por los excesivos trabajos debió regresar a su patria y murió al año siguiente en su pueblo natal.
Hoy todo este trabajo sigue latente en nuestra Parroquia, la continuidad y el ardor del amor por Cristo sembrado por los ilustres antecesores: P. Felipe Renz SDS, P. Emerano Roider SDS, P. Beltrán Zeh SDS, entre otros, han sido el camino y la guía que luego muchos religiosos nos han brindado; ellos, albergado dentro de sus planes pastorales esa misión legada, han venido creando ambientes propicios para continuar organizando y desarrollando con espíritu evangélico comunidades de vida que animan y fortalecen la fe y el amor por Cristo Salvador.
09 de octubre de 2022 @ElUniversalCtg
El asunto de Jesús no es indiferente a las culturas contemporáneas, de alguna manera, el Nazareno sigue siendo alguien que suscita interés y atención. El Jesús de la historia sigue allí como desafío a las generaciones del presente. Pero al mismo tiempo, desde la complejidad de este momento histórico no faltan los análisis que plantean, con no disimulada contundencia, que estamos en una época post-cristiana, lo que no es lo mismo que decir post-religiosa. Algunos desde orillas contrarias a la fe afirman que el cristianismo ha perdido vigencia y que esta pérdida está unida a su incapacidad, después de veintiún siglos, de haber producido el hombre nuevo predicado por San Pablo (Efesios 4,24).
El pluralismo de religiones, las diversas experiencias de lo mítico posmoderno, que se expresan en los nuevos credos generados a partir del deporte, de las actrices y actores, de los líderes políticos o religiosos, van sustituyendo la propuesta cristiana, ahogada en una racionalidad que no cede. El cristianismo iría siendo reemplazado por propuestas holísticas, post-morales, meta-morales, donde lo dionisíaco, lo ligero, desplaza toda normatividad o regla. Una psicologización de la experiencia religiosa parece imponerse con fuerza, no solo en las expresiones que se atribuyen la exclusividad de la denominación de “cristianos” sino igualmente en nuestra tradición católica. El asunto de los pobres y la pobreza va quedando atrás.
La emergencia del Islam y su toma de postura clara y definida con relación a la vinculación entre fe religiosa y construcción de la sociedad política, conlleva un serio interrogante para el cristianismo que, en los últimos tiempos, ha querido dejar clara la separación entre lo religioso y lo civil, sobre todo en los hombres y mujeres de la vida religiosa y el así llamado clero. Hemos sido separados de la contienda política y de la inserción militante.
De igual manera, más que discutir o rechazar el desafío de decir que estamos en una época post cristiana, habría que preguntarse en qué consiste el cristianismo de una época, si ello consiste en seguir manteniendo un régimen de cristiandad en donde la fe se enrole de tal manera en los sistemas dominantes, que pierda su sabor, su carácter crítico y profético. El desafío no es tanto ser reconocidos como cristianos con poderes estructurales, sino ser auténticamente cristianos, para repercutir estructuralmente. El cristianismo está llamado a ser, al lado de todos los otros credos religiosos, avanzada de defensa de lo humano fundamental y del sentido de la construcción de lo social, como común unidad de hermanas y hermanos, amén de insobornable defensor de la vida y de la preservación de la creación y este es lugar privilegiado de las comunidades cristianas sólidamente formadas.
*Teólogo y religioso Salvatoriano.